Capa, Aquí; Tragèdia republicana al final de la guerra civil
Fins el proper dissabte, baixant les escales del petit carreró Arquitecte Rovira de Tarragona es pot visitar per primera vegada una sèrie de fotografies captades per Robert Capa, durant la fugida republicana que es va viure a Catalunya durant la guerra civil Espanyola.
Aquesta exposició la podem separar en tres apartats, que ens acabaran conduint a l’objectiu inicial d’aquesta exposició, la fugida republicana a Catalunya.En un primer lloc trobem la biografia de l’autor, aquesta ens porta des del moment del seu naixement a Hongria, fins la seva tràgica mort causada per una mina antipersones a Thai Binh, però tot d’una manera molt escueta.
Capa, consta com una de les figures més importants del fotoperiodisme de guerra, ja que aquest, junt amb la seva càmera Leika va anar captant les diferents imatges que es donaven pas amb el transcurs de les guerres, iniciant-se amb la Guerra civil Espanyola, Capa juntament amb la seva novia van viatjar a Espanya per cobrir els moviments més rellevants de la mateixa, acompanyat de la seva novia Gerda Pohorylle. Ambdós utilitzaven el mateix pseudònim, per la qual cosa, i encara ara, hi ha dubtes sobre qui va fotografiar algunes de les imatges.
D’altre banda, Robert Capa va ser un dels fundadors de la important agència Magnum Photos concepte que tampoc és esmentat en l’exposició.En un segon i breu espai, ens introdueixen en la pròpia història de la guerra civil Espanyola, per tal de posar-nos en context amb el que és l’objectiu inicial d’aquesta exposició. Aquest ens trasllada al 15 de gener de 1939, quan les tropes de l’exèrcit franquista van començar a envair Catalunya de sud a nord, per tal de reprimir la revolució republicana.
El major error el trobem en aquest punt, quan s’intenta donar més importància a la cerca de la localització de les fotografies de Capa, per tal de fer una comparativa amb la transformació que hi ha hagut fins l’actualitat, i que en molts casos és insignificant i amb una gran manca d’interès. En un primera imatge -en blanc i negre, i sovint d’escassa i dolenta qualitat- podem observar la necessitat i desesperació dels diferents civils –dones, vells i nens- deixant enrere les seves terres i les seves llars, en definitiva, les seves vides, per tal de fugir de les tropes de la Falange Espanyola, per en una segona en color i amb alta resolució, veure una sola carretera buida.Aquesta cerca ha estat molt costosa en quan a temps de producció, que es va haver de destinar per tal d’identificar les diferents localitzacions, que apareixen en les imatges.
L’exposició ens mostra aquesta invasió a partir del recull de 30 fotografies d’aquest autor. Les fotografies són exposades en ordre cronològic de les dates, i van acompanyades o bé d’una breu descripció o de la pròpia cita que l’autor va escriure en aquells moments, tret que vull remarcar, degut a la connotació històrica que aquest mateix te.A més a més, en la mateixa, també hi ha un recull de 20 fotografies fetes pel mateix autor, durant la Guerra civil, aquestes però es mostren en una mida bastant més petita que les anteriors, menys en el cas de la fotografia “Mort d’un milicià” que és una de les imatges més famosa i que ha obert diferents debats, per la creació dubtosa de la mateixa.
Natalia Vernet Ramírez
El palacio de Ferias i Congresos de Tarragona acoge desde el 15 de enero hasta el 28 de febrero una exposición con 30 fotografías de Robert Capa sobre “la tragedia republicana al final de la Guerra Civil”, situando la acción en las comarcas del Tarragonès, el Alt i Baix Penedès i el Garraf, completada con 21 imágenes de otros lugares de Cataluña y España.
Una exposición pobre, en contenido y en ambientación, donde la tragedia y la crudeza de la guerra no se aprecian en las imágenes escogidas. Comienza con tres fotografías de presentación: el desembarco de las tropas norteamericanas en Normandía, la guerra de Indochina y el miliciano de Cerro Muriano, en Córdoba, la fotografía más famosa del autor, que hizo el 5 de septiembre de 1936 y que, paradójicamente, ha sido la más cuestionada por los expertos en cuanto a la verdad que esconde la acción; ¿cazado o posado?
Si muchos especialistas dudan de la autenticidad de la acción del miliciano, y además, el nombre del fotógrafo (inventado) también forma parte del mito Capa, impulsado por su pareja, Gerda Taro, ¿podríamos preguntarnos cuánta verdad hay en su obra? ¿Cómo es posible que Capa consiguiera fotografiar al miliciano a campo abierto en una guerra de trincheras? Ha habido muchas teorías al respecto, y aunque las últimas noticias dicen que la familia del miliciano le ha reconocido en la fotografía, esto también podría ser fruto de un montaje.
Es cierto que muchas de sus fotografías fueron pioneras en su momento y mostraron la realidad de diversas guerras, a través de imágenes impactantes y novedosas. Sin embargo, a mi juicio, no consiguió ese efecto con la Guerra Civil española, una guerra cruel y despiadada que no se aprecia en sus fotogramas, y menos en la exposición de Tarragona, donde lo único realmente percibible es la pobreza de la época, los arapos y la ropa vieja que vestía a la mayor parte de la población civil.Uno espera revivir aquella guerra fratricida que llenó de rabia, rencor y tristeza a un mismo pueblo, y sólo encuentra un paseo por el tiempo, sin pena, sin gloria.
El único momento que puede llegar a nublar los ojos o secar la garganta se produce al observar la fotografía de la guerra de Vietnam, que enseña el paso de las tropas americanas con los cadáveres de niños indefensos tirados por el camino.No es cuestión de cargarse la exposición, que coge algo de fuerza y de verdad en algunos de los rostros desencajados de los viejos refugiados que huyen de Tarragona en dirección a Barcelona, o a través de las miradas perdidas de los niños, incrédulos, aletargados por la infancia robada. Pero uno espera atormentarse ante las imágenes, conociendo el terror que el ejército moro de Franco extendió por toda España, y especialmente en Andalucía. Las escasas imágenes que muestran levemente la crudeza de la guerra son las que reviven la muerte de los caballos que tiraban de los carros, caídos en las carreteras y los caminos tras los bombardeos de los aviones italianos y alemanes.Uno, el que escribe, esperaba estremecerse con Capa reviviendo la crueldad y la tristeza de la guerra española.
Y sí, me estremecí, al comprobar la utilización que el autor hace de la guerra, la campaña publicitaria que resultó para su imagen. ¿Por qué no fotografió las plazas de toros malagueñas repletas de cadáveres? ¿Por qué no las familias rotas por el odio y la traición? No, la guerra española le proporcionó fama mundial gracias al probable montaje de la muerte de un miliciano, con aspecto de tira de cómic (véase Tin Tin), cayendo con una postura que no parece de los más natural para una persona abatida por un disparo y que más bien se asemeja a una “pose” tipo Platoon de Oliver Stone. Vamos, un engaño.
Diego Pérez Díez
Nadar
Nadar es una película debut de la directora catalana Carla Subirana, que ha llevado a la pantalla una historia que refleja su historia personal. Aunque el film está a caballo entre la ficción y el documental ya que Subirana no ha podido indagar en su pasado como hubiese querido.
La inspiración nace del interés por su abuelo, del cual tan sólo se sabe que murió fusilado en 1940, al terminar la Guerra Civil Española debido a su condici ón de atracador, como miembro de una organización similar a la FAI, que actuaba con fines sociales. Aunque todos los datos son cuestionables ya que su abuela, nexo indispensable para la resolución de las dudas, padece de alzhéimer, enfermedad degenerativa que ataca directamente a la memoria y hace imposible la recopilación de información.
Lejos de aquel primer proyecto que iba a relatar una historia real, la película refleja una historia de amor ambientada a principios del siglo XX, que comparte protagonismo con la realidad de tres mujeres y su experiencia con la pérdida de un familiar. El alzhéimer, y sus efectos comparten escenario con la reflexión sobre la pérdida de memoria colectiva y familiar.
Si bien es cierto que la película está bien estructurada, y que la iluminación y el uso del blanco y el negro sorprenden para ser una directora novel, el hecho de debatirse entre la ficción y el documental, desconcierta un poco. Y más cuando se sabe que la película podría haber sido una historia real que realmente consiguiera emocionar al espectador, identificándose, con una realidad que nos queda muy cerca a las tres generaciones de las que habla Subirana en su film: la que vivió la guerra y la postguerra en primera persona, los hijos de aquella primera generación que necesitan olvidar para seguir adelante, y los hijos de los hijos, quiénes se interesan por lo sucedido quizá ya demasiado tarde, como le sucede a Subirana.
La cuestión es si sirve de algo remover un pasado oscuro que a todos nos transporta a las típicas películas españolas sobre la guerra en que todo se refleja en tópicos, los malos son muy malos y los buenos, unas pobres víctimas. Carla se aleja del estereotipo y tiene una idea original al combinar distintos elementos que terminan por fundirse en un documental precioso, ganador del premio al mejor documental en el Festival del Cine Inquieto de Picassent. El problema es que el final es demasiado abierto y pese a que la naturaleza de su temática impresiona, cuando se termina da la sensación de no haber explicado nada.
Es probable que si la directora no ha escogido obviar una de las dos partes que la convierten en un film experimental que no se puede clasificar con facilidad, sea precisamente la búsqueda de crear algo propio y diferente, fuera de un mercado saturado de creaciones convencionales. Y al final, sí, lo consigue.
Clara Marín
Wuyong (Useless)
Este documental nos cuenta, utilizando una cadena de imágenes, el trabajo en una fábrica textil de la China, nos presenta los trabajadores que cortan telas, los trabajadores que cosen las prendas, sus pausas para comer, las revisiones médicas que se les hace, etcétera. Intenta captar tanto su trabajo como su vida íntima. Es un conjunto de imágenes sobre la vida cotidiana de la fabrica, como un realismo poético, que nos desvela como el diseñador Ma Ke trabaja en su nueva línea de moda, llamada wuyony (ínútil), basada en ropa hecha a mano y colores inspirados en la tierra.
Jia Zhangke, el director, intenta descubrir que significado tiene la ropa en la sociedad China, dependiendo de la condición social se visten de una forma o de otra, se queja que siendo la China el mayor exportador de ropa en el mundo no tiene ninguna marca conocida. Inútil es la segunda parte de la Triología de los artistas que ha hecho Jia Zhangke con el objetivo de dar protagonismo a diferentes artistas de su país porque el director cree que los intelectuales no tienen la importancia que se merecen en la China, por lo que necesitan más apoyo para que sigan realizándose y modernizando al país. El primer documental, Dong de la triología tenía como protagonista un pintor, Liu Xiaodong, y la tercera parte de la trilogía será un arquitecto el protagonista del documental.
Este documental se puede dividir en tres. En la primera parte se puede apreciar el sector industrial de Guangdong, donde se ve una fábrica enorme, donde los trabajadores se dejan la piel para la fabricación de piezas de ropa, totalmente alineados. La segunda parte se ve el taller de Ma Ke donde crea sus diseños, su línea de ropa. Y en la última parte el escenario del documental es la sastrería de un pueblo minero dónde van los obreros.
Jia Zhangke nos quiere demostrar que la industria de la moda es muy frívola y superficial, totalmente inútil. Es una denuncia a las contraproducentes consecuencias de la globalización, la moda está mundializada, todos se visten igual.
Aunque el documental es muy escaso de palabras no se echan en falta, ya que las imágenes hablan por sí solas, tiene una fotografía muy trabajada, perfecta. Jia Zhangke introduce multitud de movimientos de cámara para dar agilidad al documental, y se agradecen los puntos cómicos tanto como el testimonio Ma Ke.
Sílvia Gutiérrez Català
“L’arquetip de la ingènua” Vicente J. Benet
El profesor de la Universitat Jaume I de Castellón i escritor cinematográfico, Vicents Benet, ofreció el pasado 16 de marzo, en el Caixaforum de Tarragona, la conferencia “L’arquetip de la ingènua”, que supuso un repaso de la construcción de la ingenuidad y su representación en diferentes ámbitos i géneros culturales.
Durante la conferencia Benet explicó el arquetipo de mujer que se representaba en los diferentes géneros expresivos. Primero, en la literatura y la pintura de los siglos XVI y XVII, y después, en otras representaciones culturales como el teatro, la ópera y el ballet romántico del XVIII y el XIX, donde se representaba y se dibujaba una mujer estereotipada: una mujer joven, infantil, adolescente que se debatía entre la moralidad de su entorno y el descubrimiento de la pasión y la sexualidad.
A finales del siglo XIX, el nacimiento del cine requirió un lenguaje expresivo propio, y el melodrama representado en el teatro del siglo XVIII, se integró en el cine con nuevos recursos, como por ejemplo, la gestualidad exagerada (el cine mudo), el suspense y el dramatismo. Generalmente, el melodrama cinematográfico enfrentaba el bien y el mal. Benet profundizó en ese paso hacia el cine de la representación estereotipada de la mujer. Mujeres que se mostraban como castas, infantiles, ingenuas y enamoradizas de hombres simbolizados como héroes familiares.
Después de la Segunda Guerra Mundial fue desapareciendo el arquetipo de mujer que se había representado hasta entonces, y la mujer consigue tener un papel diferente debido a los años de la posguerra e influenciado por las teorías psicológicas de Freud. La mujer se vuelve fuerte, adulta e independiente. La ingenuidad se reserva para el sexo. El papel de ingenuidad que le correspondía quedó para películas dirigidas especialmente a un público femenino o para la factoría Disnney (El Mago de Oz, 1939).
Caixaforum también proyectó la película “Abajo el amor”, de Peyton Reed, donde se muestra este nuevo rol femenino de manera divertida. La protagonista del film (René Zellweger) es una exitosa escritora feminista que se enfrenta con el “prota” masculino (Ewan McGregor), un periodista machista y egocéntrico para el que las mujeres son únicamente objetos sexuales. Los dos mantienen un “tira y afloja” a base de encuentros y juegos de seducción que termina separándoles cuando él se le declara y ella le abandona. Esta película está destinada a cambiar para siempre el rol de la mujer y lo consigue convirtiendo en ingenuo al personaje masculino.
Diego Perez
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